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lunes, 23 de septiembre de 2013

MÚSICA Y DROGAS, UNA AMISTAD DE HISTORIA.

                             MÚSICA Y DROGAS, UNA AMISTAD DE HISTORIA.



   


La evolución de una amistad:

Música y drogas, drogas y música, ambos mercados parecen ir siempre de la mano. La historia nos ha dejado múltiples ejemplos de la degradación que puede sufrir un artista o grupo musical cuando decide unirlos.

Esta fusión también tiene su historia y se remonta a los años 50 con el nacimiento del rock & roll. Desde entonces “sexo, drogas y rock and roll” se convierten en un tópico destinado a acompañar a la música en su camino. El alcohol será la droga que defina la década y Elvis Presley el que se alce como Rey en una Europa de posguerras donde la sociedad sueña con la prosperidad.


En los 60 la población  parece sentirse viva, a pesar de ser unos años marcados por la Guerra de Vietnam se hace fuerte el movimiento Hippy. The Beatles serán los que marquen la época con sus canciones. Por otra parte se hacen fuertes Rolling Stone, Bob Marley, The Who o Bob Dylan entre otros muchos. En esta generación de felicidad, el LSD se convierte en la droga por excelencia, una sustancia que altera las conciencias y pretende crear un mundo nuevo.


Diez años más tarde en la década de los 70 la sociedad despierta del sueño hippy y vuelve a la realidad con las tensiones políticas de la Guerra Fría. La música se convierte entonces en un vehículo de protesta y expresión ante la inestabilidad política y económica. Así nace el Punk uno de los movimientos más contestatarios del siglo XX. El grupo The Clash y la heroína son quienes mejor representan el espíritu de estos  años. Otros como New York Dolls, Pink Floyd o Queen también se abren camino.


Es en los 80 es cuando renace la filosofía del existencialismo, se impone el individuo como centro vital. La economía también empieza a aflorar y surgen nuevas tecnologías que cambian la concepción de la música. Mezcladores y sintetizadores ayudan a crear lo que será el comienzo de la música electrónica. En estos años se busca la energía para moverse y es aquí donde la cocaína y todas las “inas” se hacen fuertes. La década vendrá marcada por “La Movida”, en ella Nacha Pop, Radio Futura o los Pegamoides entre otros cubren la noche.

Tras estos años de locura llegan los 90 acompañados de una música electrónica y alternativa más desarrollada. Será el éxtasis, la droga que empañe la fiesta, como en la década anterior, se busca el aguante del cuerpo. Chemical Brothers son quienes dan el empujón a estos tiempos.


La destrucción de la droga:

Como se ve, la música y las drogas siempre han sido pareja y son pocos los que no han sucumbido a la tentación. Otros muchos grandes de la historia ya no están con nosotros y es que la degradación de la mezcla les llevó a la destrucción. 


Kurt Cobain, líder de Nirvana, se mató de un tiro en la cabeza y se sabe que fue adicto a la heroína. Jimi Hendrix, el guitarrista afroamericano se ahogó con su propio vómito, él también era adicto a las drogas y al alcohol. Michael Jackson murió de una parada cardíaca a causa de un excesivo abuso de cocaína y otras drogas a lo largo de su carrera.


Uno de los casos donde más se puede ver esa decadencia por la drogodependencia es la de “el Rey del rock and roll”, Elvis Presley. A lo largo de su vida tuvo serios problemas de salud, comenzó a tomar drogas en el ejército para mantenerse despierto y, más tarde, otras contra el insomnio. Se hizo así adicto a los medicamentos para contrarrestar unos efectos con otros, sedantes, anfetaminas, narcóticos y alcohol puede que fueran la causa de su muerte prematura.


Otros casos conocidos se dan en el grupo Red Hot Chili Peppers, sus componentes han variado desde sus inicios. La exitosa banda tuvo también sus coqueteos con las drogas. El vocalista Anthony Kiedis y su ex guitarrista Hillel Slovak vivieron un pasado duro a causa de estas sustancias. En 1988 Slovak murió de sobredosis de heroína con tan solo 26 años. Kiedis tuvo mejor suerte y consiguió rehabilitarse para continuar tocando en su grupo. La canción “Under the bridge” refleja aquella época del vocalista.


Por su parte Kings Of Leon declaró: “La coca era base de nuestra rutina”. El grupo asegura haber tenido una etapa loca de la que consiguieron salir, ahora afirman que gracias a alejarse de los malos hábitos son hoy la banda que son.


En nuestro panorama nacional tampoco se escapan nuestros artistas ya que Seguridad Social, Mecano, Rosendo, Los Pegamoides, Antonio Vega o Joaquín Sabina entre una infinidad de músicos han declarado su adicción, en algún momento de su carrera musical, a las drogas. Sabina confesó sus largos años de amistad con la Cocaína.


Este artículo confirma que muy pocos han sido aquellas figuras artísticas de reconocido nombre los que no se han dejado llevar. ¿Qué tendrá ese mundo que arrastra hacia el abismo de la drogodependencia? ¿Cuántas canciones se han hecho famosas escritas bajo los efectos del alcohol y las drogas? ¿A cuántos conciertos hemos asistido envueltos en esa atmósfera? Música y drogas una unión que ha hecho historia.

domingo, 8 de septiembre de 2013

¿CONOCE QUÍEN FUE ALAN SMITHEE?


                 ¿CONOCE QUÍEN FUE ALAN SMITHEE?


Un seudónimo nacido de la vergüenza de los directores de cine a la hora de reconocer sus producciones. Alan Smithee ha firmado una extensa lista de largometrajes y, a pesar de que nunca existió, fue la solución que la Asociación de Directores de América (DGA) dio a quien no quería aparecer en sus obras.



Alan Smithee, ese gran desconocido y a la vez tan nombrado en el mundo del cine. Es uno de los cineastas más prolíficos de la historia ya que cuenta con más de 35 largometrajes, series de televisión, videoclips, incluso créditos como actor, guionista o director de orquesta. Y es que pocos saben que Alan Smithee ha sido Sydney Lumet, John Frankenheimer o Don Siegel entre otros muchos directores. Todos estos logros sólo pueden deberse a una cosa, la inexistencia de tal personaje.


El seudónimo nació de la vergüenza de la publicación de distintas obras que realizaban algunos directores. El caso más famoso, y por el que Alan Smithee comienza a dejarse ver en la gran pantalla, data de finales de los años sesenta a raíz de la filmación del western “Death of a Gunfihter” (Ciudad sin Ley). Su primer director Robert Tottem tuvo algunas diferencias con el protagonista Richard Widmark lo que obligó a cambiar de director. Don Siegel fue quien continuó la grabación aunque se negó a aparecer en los títulos de crédito mientras que Widmark tampoco quería que Tottem apareciera. Fue entonces cuando la Asociación de Directores de América (DGA) se inventó un nombre para poder usar en casos como éste.


Al Smithee fue la primera idea aunque no convenció por ser demasiado común. En la segunda versión prefirieron añadirle algunas letras más, Alan Smithee. El director se convertía así en un anagrama perfecto de The Alias Men.


Películas como “Los pájaros 2” (Rick Rosenthal), “I love NY” (Gianni Bozzacchi), “Hellraiser IV” (Kevin Yagher), incluso algún capítulo de McGiver o los Simpsons y videos musicales como “I will always love you” de Whitney Houston SON algunas de las obras firmadas por éste.


La caída de Alan Smithe


Pero la buena fama del seudónimo colgaba de un hilo ya que en 1998 el nombre fue parodiado en la película “Burn Hollywood burn” (Arde Hollywood) cuyo argumento trata sobre la producción de películas en Hollywood, simulando ser un documental en el que los actores comentan las dificultades en el rodaje de una película de Alan Smithee.



Esta producción de 10 millones de dólares llegó a ser la peor película de las filmadas por el Smithee. Cosechó 9 nominaciones a los Premios Frambuesa de ese mismo año (premios que se otorgan a las peores películas) lo que hizo que se desdibujara el nombre culto del director y que el tono entorno a Alan Smithee fuera causante de bromas.



De Alan Smithee a Thomas Lee 


Tras perderse el respeto al seudónimo, Alan Smithee fue sustituido por el de, hasta ahora utilizado, Thomas Lee. La primera película donde se pudo ver fue en “Supernova”, un nuevo film de horror de la Metro Goldwyn Meyer cuya dirección recayó en Walter Hill, aunque desavenencias con los directivos de MGM hicieron que tuviera que dejar la película. En su lugar ocupó el puesto Jack Sholder quien tampoco pudo finalizar su trabajo por un cambio en la dirección de MGM que causó el despido inmediato del director. Finalmente la producción quedó en manos de Francis Ford Coppola, éste sí pudo terminar “Supernova”.


65 millones de dólares se invirtieron en este film del que todos sabían, tras tantos problemas, que sería Alan Smithee quien firmara. La dirección de MGM consideró que poner como director a éste sería condenar a la película y seguramente fuera tomada a broma, por ello adjudicaron la dirección a Thomas Lee siendo esta producción, según dicen los más entendidos en la materia, la primera de una larga lista de largometrajes.




domingo, 1 de septiembre de 2013

BELLEZA VS TRABAJO

                                   BELLEZA VS TRABAJO




Llegados al punto en el que nos encontramos del siglo XXI la publicidad ha ampliado sus horizontes. Actualmente las personas se han convertido en su propia marca publicitaria y esa marca hoy parece ser la imagen. Vivimos en una sociedad enferma por las modas, sumisa y esclava de la belleza. Hoy la presencia te puede dar o arrebatar un trabajo.





No podemos obviar que cada vez hay más personas que pasan por el quirófano y tampoco podemos dejar pasar que esas operaciones son producto de la propia aceptación, pero aun más de la aceptación externa. Según una encuesta realizada por la Sociedad Catalana de Cirugía Plástica Reparadora y Estética, el 30% de las operaciones estéticas no se hacen para sentirse mejor consigo mismo, si no para tener más posibilidades de encontrar trabajo. Cada vez son más los que cambian para adaptarse a un puesto.


Parto desde el punto de que son más de cinco millones de parados y que entre ellos debería existir una competencia profesional. A pesar de esto, a la hora de la verdad, entre dos personas más o menos con la misma preparación será contratada aquella que su presencia supere a la otra, por supuesto que los valores personales y el currículum se dejarán atrás.


Puedo ser tachada de extremista, pero basta sólo con mirar a nuestro alrededor y en los medios de comunicación para saber que esa marca perfecta es la que vende por encima de las dotes para el trabajo. Triste realidad que cada día se manifiesta más en una sociedad que crea ciertos estereotipos y evoluciona hacia el todo por el todo.