SER ANÓNIMO
Es curioso el
anonimato que no entiende de personalidades, hechos, actos o intenciones.
Caminar por la calle y no saber nada de nadie, de su historia, de sus “quehaceres”.
Vivimos en un
mundo lleno de todo y poco sabemos de sus creadores y trabajadores. Seguimos
cada día haciendo lo mismo que el día anterior y nadie sabe por qué.
A lo mejor nos
planteamos poner nuestra vida patas arriba, quizás eso sería más divertido,
pero el caso es que no sabemos cómo.
Nos levantamos
cada mañana para colocarnos en el puesto que por anónimo nos corresponde y no
entendemos muy bien qué hay detrás de nuestra posición.
De vez en
cuando, cada cuando una vez, nos planteamos el rumbo que hemos elegido y si lo
correcto sería cambiarlo.
Nuestra
situación nos define, nos abre puertas y a su vez las cierra, nos llena de
ganas y de equivocaciones.
Somos anónimos
de una vida que sin remedio vivimos y, en algunos casos, cambiamos.